En estos tiempos, en los que el número de parados aumenta sin cesar, las familias son echadas de sus casas por ser incapaces de pagar la hipoteca, y las empresas cierran una tras otra, incapaces de soportar el bajon del consumo, parece complicado que alguien pueda preocuparse por la salud de los trabajadores.
De hecho, parece que el Gobierno, y en concreto la Tesorería General de la Seguridad Social, lo tiene muy claro, y haciendo uso una vez más de su visión a corto plazo (cuatro años de legislatura) intentará sanear o evitar el colapso de la caja de la seguridad social (En concreto de sus mutuas de accidentes) obligando a estas a vender sus sociedades de prevención.
Esto se une a la cada vez mayor descordinación interautonomíca por parte de la Inspección de Trabajo y las Autoridades Laborales, que esta haciendo que cada Comunidad Autónoma sea un reino de taifas donde prosperen aquellos servicios de prevención que interesen (que nos suelen ser los de mayor calidad ni mucho menos) en detrimento de una prevención de calidad. Un Reglamento de los servicios de prevención, con su desarollo incluido, vago, general y totalmente interpretable como conviene a cada uno, tampoco es muy util. Aunque tampoco es que nadie se preocupe mucho en vigilar su cumplimiento.
Desde algunas comunidades autónomas, algunos avispados Consejeros de Empleo, comienza a utilizar la estadística para tratar de engañar por lo que respecta a la marcha de la prevención. Diciendo que los accidentes bajan, cuando lo que realmente a bajado es la actividad.
Desde aquí yo les digo, que si quieren hacer algo bueno por la seguridad social a futuro, preocupense de tener en España y en sus autonomías una Prevención de Verdad. Con un descenso de accidentes y enfermedades profesionales adecuado y mantenido en el tiempo el ahorro será mucho mayor. Hagan cuentas antes de intentar hacer caja a costa de la salud de los trabajadores españoles.
Por último, solo pedir a los sindicatos y a sus secretarias de salud laboral, que también tenga esto presente en sus demandas al gobierno. Creo que es de interés para los trabajadores españoles, ¿No?
Aún tiene remedio. Pero cada vez se acerca más el final.
